Dificultad de actuación ante conductas delictivas a través de las nuevas tecnologías

Estamos asistiendo a un momento en el que el desarrollo de Internet es muy explosivo, y para el carácter legislativo es muy difícil seguir esos ritmos de desarrollo. De tal forma que nos encontramos ante una inmensa casuística de conductas que se alejan del ordenamiento que se había conseguido conseguido, para imponer esta revolución virtual.

Twitter se ha convertido en una de las armas de actividades delictivas (Álvaro Jiménez)

Álvaro Jiménez - Sevilla

Un caso que se encuentra ahora muy de moda son los delitos derivados de acciones a través de las nuevas tecnologías, por los cuales se tiene un escaso nivel de reacción en muchas ocasiones, debido a la complejidad que suponen para las autoridades.

 Con todo lo que rodea a las cuestiones delictivas en cuanto a las nuevas tecnologías, basado sobre todo en el hecho reciente de la publicación en redes sociales de los teléfonos personales de algunos famosos, nos damos cuenta de que en muchas ocasiones, el avance tecnológico y en torno a esto, las actividades delictivas, van por delante de la justicia. Es evidente que de momento, estas materias relacionadas con las nuevas tecnologías no tienen hueco en nuestro ordenamiento jurídico.

Para conocer más acerca sobre la materia, hemos hablado con Daniel Arias Pando, abogado especialista en las nuevas tecnologías que afirmaba que “esto es una segunda reacción derivada de tasazo judicial, el problema al que nos enfrentamos es que dadas esas casuísticas de delitos, un particular de la calle se ve privado de la tutela judicial efectiva, y en este caso más. Por la propia complejidad de este mundo virtual nos encontramos incapacitados de denunciar este derecho al honor, y se va a complicar más con ese pago de tasas impuesto y que vimos en una entrada anterior. Me parece muy preocupante la falta de posibilidades de acción que tiene el ciudadano ante este anonimato virtual”.

En casos anteriores en materia delictiva, hemos visto como la alarma social es el acicate que lleva a los legisladores a intervenir, nos encontramos ante un mundo difícil y ante el cual las actuaciones son bastante complicadas, ante servidores que se encuentran muchas veces fuera de nuestro país y que para intervenir requieren acciones complejas.

Daniel Arias comentaba que “es una cuestión de tratar de adecuarse, esto es un campo absolutamente abonado para venganzas personales que en el mundo real no son fáciles, y por ello animo a la gente a que acuda a las especializaciones que tenemos en nuestros cuerpos de seguridad y a que los ciudadanos, a pesar de la dificultad, actúen”.

Fuentes para la elaboración de la noticia: 

www.elmundo.es

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