Álvaro Jiménez - Sevilla
El sida ha dejado de ser una
enfermedad mortal, y prácticamente se ha quedado en una enfermedad crónica,
pero esta cifra de 4.000 nuevos afectados al año en nuestro país no deja de ser
alarmante. Vemos dos caras, de un lado con la más que positiva evolución de los
pacientes, de que no se mueran por el VIH, pero el otro lado es que se ha
creado un ambiente de confianza que ha hecho que mucha gente se vaya relajando
y utilice menos medidas de prevención.
La sorpresa ha sido con el tiempo
que el número de personas que se infectan por jeringuillas se ha reducido a
menos del 5% del total. Los casos de drogas se ven en personas procedentes del
este de Europa. El resto es a través de enfermedades por vía sexual, un 80% de
estos casos, en relaciones de homosexuales. No es que no se sepa cómo se transmite,
si no que la gente piensa muchas veces que tomar tratamiento no es tan malo como
antes cuando la enfermedad acababa en la muerte. Hay menos miedo por esto.
Diagnosticar a una persona tarde
significa que el tratamiento va a ser más duro y menos efectivo. Más de la
mitad de la gente que se diagnostica lo hace tarde, lo que puede tener
repercusiones claras como la muerte, y las pocas muertes que hay hoy de sida
están en ese grupo. El tratamiento no garantizará la normalización de la
persona con este diagnóstico tardío.
Quienes están la estadística de
diagnosticar más tarde la enfermedad son: los inmigrantes, los mayores, las
mujeres y los que han adquirido la enfermedad por vía heterosexual. Hay que
saber que la prueba del VIH vale menos
de 3 euros, y que una vez que la hagas ya lo sabes para siempre a no ser que
luego tengas una práctica de riesgo. El trabajo consiste en diagnosticar todos
los positivos y tratarlos para que no se siga reproduciendo de un individuo a
otro.
Como punto negativo en la lucha
contra dicha enfermedad, hemos conocido la reducción de un 66% el presupuesto
de las ONGs para la lucha contra el VIH. Las ONGs juegan un papel importantísimo
en la lucha contra la enfermedad, juegan un papel muy importante que los médicos
muchas veces no pueden jugar en el sentido del asesoramiento a los individuos.
Otro signo más de la crisis, y que se recorta donde no se debe.
Fuentes para la elaboración de la not:icia:
www.lasexta.com
www.elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario